14 ago 2009

Con su corona de espinas

Aureliano, con su corona de espinas
Triste la ruta que escogio, no hay nada que temer, los fantasmas
no existen, ni siquiera han vuelto ha pasar por aqui

Los dias felices junto a Magdalena estaban lejos, ahora la extrañaba
como nunca, ella en su nube gris al norte del recuerdo, donde un imperio
rubio se alzaba sobre una tierra cubierta de pobreza y libertad.

Aureliano no tuvo otra que huir, correr a su hazaña brutal.
Corrio, corrio, corrio a mas no poder... hasta que cayo bajo la luz de un farol que musitaba una vieja cancion:
" A Macondo se puede llegar, si dejas todo atras
sin embargo si quieres vivir, preparate para mentir
sin dar la espalda al reloj y su cruel tic toc
o despertaras el desprecio de una vida en silencio"

Se repetia la cancion, lo cual Aureliano describio su primer monologo:
-Aca en mi trono de hielo, con mi nacion de mentiras, con mi corona de espinas,
a la sombra de este farol, perdido entre mil susurros viejos como de adios, siento que mi piel estalla a mas no gritar, como una noche que me dijiste "no estoy".
Somos presas del miedo, disfrazes del mal, tristes titeres caidos a no mas jugar, se
pelean nuestro intelecto y nuestro actuar y nos dejan las migajas de una guerra nuclear... A la mierda el capitalismo biologico, a la mierda el comunismo fantasioso, que ardan las iglesias de Al Reves y que suelten a los locos de Lampara, hagan el amor a los delfines cetaceos del pecho de una mujer y acaricien la vida como una nube mi cien. Por que si de vivir se tratara, se trataria menos."

Entonces Aureliano, se destruyo ese pequeño campamento abandonado, y fundo la primera ciudad de Surreal, su fuente, su templo, y espero al domingo, purificador...