La Flor de las Mentiras 2

"Ella se desnudaba sin precaucion, sabia que su cuerpo era un lienzo a retratar, teñido
por jazmines y glorias de guerreros caidos, sbia que su cuerpo no era el fruto del pecado sino la herramienta para alcanzar la perfeccion.
En su vientre, una serpiente recorria su piel, tan tersa, tan similar a la suya. La recorria de arriba a abajo, la recorria de izquierda...a izquierda, la recorria mientras ella se desnudaba pensando en su amor.
Ella queria decir su nombre, escribirle una cancion, sin embargo no sabia nada de el, ni el de ella, pero sabia que su destino era tenerlo a el y que el la tuviera. Ella guardaba silencio mientras la serpiente bajaba a sus piernas, se sentia como un calor divino, como una punzada de oxidado Amor, y crecia en ella un extraño placer, placer
que derretia sus penas y lo llevaban a brazos de el.

El la agarraba y le decia: Te amo y le hacia el amor sobre una almohada, despues amanecian y se volvian uno con el alba y el cafe, se sonreian y se tomaban el tiempo
para decir adios, adios que nunca llegaba, por que los dos separados ya no podian estar. Se estremecian lugares virgenes y estallaban volcanes de pasion en su piel, mientras el cosechaba el fruto eterno de la primavera. Pero como decirle que tanto Amor se desperdiciaba en silencio, como decirle que desde que lo vio, no podia quitarle la mirada, como explicarle que el dia que su hogar ardio, ella en el encontro una nueva razon para luchar. Era el, maldita sea, era el... Tan bello, tan sagaz, tan creativo y la vez tan venenoso. Ella sabia que era de el, que en sus labios nacian unicornios de fuego que cantaban danzas sobre el Amor y otros...negocios... y venian de muy lejos solo para alumbrar la puerta de la cocina donde la serpiente regresaba al suelo.

Ella se mentia y decia una y otra vez: "No es culpa mia, yo jamas le pedi su luz", pero se acariciaba y se estrechaba y se sonreia y hasta se ponia a saltar como intentando agarrar una estrella, como si su pasado hubiera quedado atras."

Hubo un heroe que seguia su camino, enfrentadose a la injusticias y destruyendo razones sin motivos. A sus espaldas, dos angelicales mujeres le seguian por si caia, para recordarle el fervor y la razon de su lucha.

Ella se llamaba Rosalia... y es nuestra heroina