13 jul 2009

En el anden tercero

Justo despues de haberse fugado con Magdalena al antiguo y enruinado
convento de donde Aureliano la saco, el mismo recordo la historia de
como se conocieron...

EL Tren llegaba con su escarlata precision de siempre, dos corazones
llenos de vida y soledad, vivian para esperarle. Aureliano en su
adolesciencia lo veia venir con entusiasmo, por que sabia que era el
unico medio para llegar a la eterna ciudad de Macondo y todos los dias
soñaba con agarrar el Tren de medianoche, ya que era el unico que
llevaba a ese pueblo tan encantado. Magdalena sin embargo lo que
esperaba del Tren era s su padre, el conductor del Tren, y en muchas
de sus llegadas una vez trajo a su primer amor, el cual le romperia el
corazon para convertirse en el politico mas amado y corrupto de su
pueblo, con la excusa de "Tus ojos no brillan, no puedo llevarte donde
el oro sirve al hombre". Entonces con el corazon en la mano, Magdalena
se interno al convento para olvidar asi a su fallido amor.

-"Solo las ratas se suben al Tren sin pagar" dijo ella convencida de su
autoridad
-"Pues solo otra rata delataria a un humilde quesero" dijo el, esa
mañana del miercoles en el tercer anden de la estacion.

EL vio sus ojos y sintio como mil soles estallaban, y en su ceguera
producida por el encuentro con esta monja, descubrio que con ella queria
pasar la vida entera. Ese dia almorzaron juntos y entre conversaciones
religiosas y mil cuentos de Circo, Aureliano encontro a alguien por quien
quedarse en ese oxidado pueblo. Hasta el mismo que no creia en las mentiras
que predicaba el padre superior, le construyo nuevo el techo solo para que
el pobre pudiera soñar con el dia en que iria a señorear sobre la Tierra y
le regalo de sus mejores quesos para ganarse el favor del Obispo del convento
asi podria pasar mas tiempo cerca de su soñada mujer.

Y una noche comido por la lujuria y el amor, decidio entrar a su cuarto.
Abrio la puerta con tal sigilio que no la desperto, y ahi se quedo toda la
madrugada apretando su mano de mujer y mientras sus ojos recorrian la oscura
y enorme habitacion, vio unos zapatos muy peculiares, de hace algun tiempo
perdido y el por que queria ir hasta Macondo: Para encontrar eso que los
ministros prohibieron y que su padre en vida le hablaba tanto: Arte, la que condenaria sus destinos, ella al lado del Ballet y el lado del arte Escenico.
Mientras observaba las zapatillas de Ballet, ella se desperto, pero no grito
ni se conmociono, se sintio nerviosa, como hace algunos años con su corrupto
prometido, y clavo sus ojos en Aureliano, que rapidamente le dijo:
-Te veo a la medionoche, el viernes, en el Parque de los SueñosS.A.
Y tan pronto lo dijo, tan pronto se marcho, y Magdalena sumisa por el audaz
intruso decidio a ir.

Aureliano hizo una de sus mejores actuaciones y creo que ya saben esa historia...
Y quedaron de verse otra vez el lunes, donde ella lo sorprendio con una danza
que marcaria su delirante relacion. Aureliano la beso tan fuertemente que jamas quizo volver a vivir sin ella. Se quisieron, se hablaron de Amor hasta el amanecer,
se hicieron mas que enamorados, se volvieron participes de sus vidas. Magdalena le conto lo oscuro de vivir en un convento y las mil historias que se pueden crear en
un lugar asi, Aureliano le conto lo salvaje de su vida pasada y le prometio cuidarla
hasta cuando ella quisiera. Entonces se escaparon y vivieron juntos por unos meses, hasta que llego la noticia de que el convento fue incendiado, y con lagrimas en la cara Magdalena huyo de Aureliano para encontrarse con sus fantasmas, pero en medio camino el la encontro y le dijo:
-Ya no tenes que peliar sola, dejame al menos estar ahi.
Y con un beso de Amor, fueron descubiertos por la policia municipal que argumento que habia secuestrado a la rebelde monja y por cosas del destino, ella
mismo le condeno al paredon de fusilamiento...
Lo unico que pudo decir cuando ella se marchaba en la carroza policial, fue:
-Casate conmigo

Muchas horas despues, y frente al peloton de fusilamiento, se oyo la voz de Magdalena exigiendo la liberacion de su secuestrador, aludiendo a que ella
ya no era monja y entonces ningun crimen cometio. Asi de facil, Aureliano
se salvo de una de las tantas veces que iba a dar a parar al paredon.

Corrieron toda la noche y se escondieron en el convento destrozado de Lourdes,
notaron la magia del lugar, y rapidamente Aureliano no paro de decir
-Casate conmigo
-Quiero, solo demuestrame que es verdad.

Asi fue como se conocieron, asi fue como firmaron sus corazones para anexarse, y buscar juntos el Camino a Macondo

2 comentarios:

Víctor dijo...

Por fin puedo comentar!!!!!!!!!!!

Mae muy bueno, buen manejo de los tiempos, es interesante e intenso, además de que la historia es muy propia a pesar de contener imágenes de otras obras...

espero con ansias las próximas entradas

ViToR

bea dijo...

piinguiiiniiito!
me gusta me gusta!!!!!!
dale para ver nuevos posts!
lo quieroooo mooontooones!