La Balada de la Duquesa

Bajando bajando, hasto lo mas profundo del recuerdo, donde solo quedan pedazos de luz y sombras...
"Se detuvo a ver cada foto que habia en el album, sin importar el color o la luz,
solo queria recordar esa bella sonrisa que ya el recuerdo habia olvidado.
Enterrado como como un puñal estaban esas memorias de tiempos valientes e infieles
donde solo importaba la ilusion del Duque Blanco. Tras maniquis rotos de la
fabrica de Sueño, habian cien paginas escritas en la soledad de una burbuja. Y ahi
estaba ella, alzada de entre los muertos, con sus pupilas salidas del cristal,
con mas blancura que la de su misma cabellera. Viva en asfalto, vida que no habia
inhalado y que aun respiraba los deliciosos privilegios del anonimato. Entre tanto
disparate de sus hachas de guerra y corazones de tierra, se bajo la falda negra de
su Alma. Hubiese sido mas facil si no se hubiesen escapado juntos. Ella y su vacio
caballero.
Estrechez de luz y miradas
Estrechez de cuentos y cuerpos."

Aureliano estaba orgulloso de haber encontrado este poema.

"La Duquesa era victima de la alusinacion propia de su delincuente sutura
mental, no era libre de su piel, andaba vagando los caserios y antiguos bares de
la Ciudad Antigua. Peliaba por comida y entregada a la verdad demostraba que su
sonrisa no habia muerto con el Tiempo. Podia bailar toda la noche sin entender el motivo del por que sus cuerdas se movian al trastabilleo de los hijos de la Revolucion que tocaban como enfermos mentales mientras seducia a cualquier viejo redentor. Ronroneaba la taquilla y escupia veneno como solo un traidor lo haria, no buscaba mas que cualquier excusa para cubrir con plastico su hermoso rostro de santa lujuria. Podia bailar toda la noche sin que me importasen los años, solo viendo la luz de mis ojos."

Alguien habia apagado la luz, era Ysteria suplicaba atencion de su hermano. Aureliano sin dejar de leer dijo:
-Querida, la Luna aun sigue en el Cielo... y mañana si queres, tomamos ese tren.